martes, 14 de abril de 2009

EN VÍSPERAS DE LAS ELECCIONES DE JUNIO

Nuestra intención desde MAR DEL PLATA NUEVA es aportar más calidad a la actividad política. Ser partícipes como simples ciudadanos no solo radica en emitir nuestro voto el 28 de junio como lo marca nuestra decadente realidad democrática. Significa más compromiso con la causa de la República cuyo estamento básico y fundacional han sido las Intendencias de las ciudades que luego conformaron los Estados Provinciales delegando por la aceptación del sistema federal al Gobierno central aquellas cuestiones previstas en nuestra Carta Magna.
¿Han cumplido los Intendentes, tanto el actual como quienes le antecedieron, los mandatos otorgados por la ciudadanía para convertir a nuestra ciudad en un faro luminoso de bienestar en el concierto de las ciudades argentinas?
No lo han hecho. Que Dios y los ciudadanos los demanden.
Mar del Plata continúa, a pesar de volcar las migajas enviadas por el Gobierno Nacional vía el tesorero con sede en La Plata, tan pobre y olvidada como siempre. Millones de argentinos han disfrutado de sus paseos y playas, aportando con sus dineros la sustentación de toda nuestra ciudad y convirtiéndola en la meca del turismo nacional.
De acuerdo a las exigencias cada vez más acuciantes de los jóvenes que se insertan a duras penas en el mundo laboral de escaso desarrollo que ofrece nuestra querida ciudad, las sucesivas Administraciones no han sabido desarrollar las políticas de inversión adecuadas.
Bajo la promesa de achicar la planta de empleados municipales o por lo menos detener sus antojadizas contrataciones en bien de los ciudadanos lo único que se ha logrado es aumentar el gasto al igual que el número de empleados.
Nos preocupa y mucho el paulatino deterioro del medio ambiente.
La ciudad sigue tan sucia y abandonada como lo estuvo siempre porque en el fondo no solo es un déficit de quién gobierna sino la complicidad del mismo ciudadano. No hay conciencia cierta acerca del manejo de los residuos no solo en su disposición final sino aquella basura que cubre calles, veredas, plazas y playas.
Nuestras playas continúan con un grado similar de contaminación que la costa del Río de la Plata frente a la ciudad de Buenos Aires y estados municipales ribereños. Con la enorme diferencia que está actuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación obligando a la Ciudad y a la Provincia de Buenos Aires ha presentar un plan de contingencia con carácter de urgente.
En Mar del Plata ni siquiera se trata tal flagelo, por lo menos no con esa necesidad de iniciar las tareas de recupración de nuestras zonas balnearias.
Ocuparnos del Medio Ambiente es nuestra prioridad como agrupación política vecinal.
Al proteger nuestras playas protegemos nuestro bien turístico más emblemático.
A pesar de recibir efectivos de la Prefectura Naval nuestra inseguridad permanece sin solución. El trabajo y el esfuerzo que realizan los vecinos a través de las Sociedades de Fomento, Asociaciones y Foros de Seguridad no alcanzan a contener el delito y sus nefastos efectos sobre nuestras personas y nuestras propiedades.
Mientras las políticas de seguridad para una ciudad de las características estaduales de Mar del Plata dependan exclusivamente de los efectivos, de los móviles o presupuestos exiguos de un mandamás enclavado en la lejana La Plata jamás le brindaremos la solución que desesperadamente reclaman los vecinos.
El Intendente debería ponerse al frente de los reclamos de la ciudadanía en lugar de reducir sus funciones a reclamar más fondos y efectivos al Gobierno provincial.
Si la Provincia no puede o no quiere solucionar nuestro grave problema pues es hora que la ciudadanía aspire a tener más autonomía en la designación de Guardias Urbanas locales, descentralización administrativa de la policía de la Provincia con capacidad y autonomía local, solicitar a nuestros legisladores la reforma política correspondiente para que el Intendente asuma con su Alguacil y ambos corran con la misma suerte política.
No podemos olvidar los cerca de 100.000 ciudadanos que habitan nuestro conurbano que por diferentes motivos han quedado excluídos de los alcances de la documentación respectiva, empadronamiento, de la salud y la educación que les permita compartir las políticas del bienestar que conllevan el desarrollo y el crecimiento económico. Ser partícipes fundamentales de la fuerza laboral de nuestra ciudad consustanciados con la dignidad que aporta el trabajo, único medio posible para liberarse de la mendacidad y el clientelismo político.
En vísperas de las elecciones del 28 de junio hago un llamado a todos los marplatenses que sienten que aún queda mucho por hacer y en especial a los jóvenes que por el alocado devenir de nuestra sociedad no encuentran ni las ideas ni los proyectos, ni los líderes que puedan encender sus esperanzas. Que piensen antes de votar.
Cuando ingresemos al cuarto oscuro encendamos nuestra memoria. Premios y castigos a quienes se lo merecen. Sigamos ideas y también al político que las respalde con su trayectoria no con su prontuario.


Dr. Ricardo Bengolea
Coordinador General
MAR DEL PLATA NUEVA
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