Quizás no haya aún una comprensión de lo que significa cargar a cuestas el índice más alto de desocupación como lamentablemente detenta nuestra ciudad, porque si lo hubiera, el conjunto de partidos políticos de la oposición no insistiría en una mayor reglamentación de las futuras inversiones en súper e hipermercados como quedó demostrado en la sesión de hoy en el H. Concejo Deliberante.
La división de la ciudad en cuatro zonas propuesta por el proyecto del oficialismo para que pudieran funcionar dichos establecimientos como así también las controvertidas modificaciones de los partidos de la oposición (concepto de "distancias mínimas"-no podrá instalarse un nuevo local a tantos metros de otro- y el "coeficiente de saturación") en ambos hay una clara política intervencionista en desmedro de la voluntad y necesidad de los inversores.
Ambos proyectos poseen un poco más de lo mismo: MÁS REGULACIÓN. Apostando nuevamente al fracaso como en tantas otras situaciones similares.
Desde ya que el proyecto del Intendente Pulti posee menos reglamentaciones que el de la oposición, sin embargo, si queremos dar vuelta nuestra historia de comunidad empobrecida donde el flagelo de la desocupación y la pauperizada economía de la ciudad es un lastre, el CAMBIO DEBE SER TOTAL.
Si la aplicación de políticas de administraciones anteriores no pudieron revertir nuestra realidad como ciudad, hay que simplificar las exigencias a nuestros eventuales inversores.
Hay que desregular, evitando la abusiva reglamentación. Dejemos que el MERCADO decida a su riesgo DONDE invertir.
El Estado Municipal debe velar por el cumplimiento de los contratos y ordenanzas ya vigentes, el resto queda para la libre elección de los inversores.
Ese debe ser el cambio necesario para que salgamos de la frustración como ciudadanos. Mar del Plata se merece otra suerte. Apostemos por el cambio.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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